Cada 6 de agosto se conmemora en Argentina el Día del Veterinario para reconocer la vocación, el esfuerzo y la importancia de estos profesionales en la salud animal, la salud pública y el desarrollo agropecuario. La fecha recuerda el inicio formal de la enseñanza veterinaria en el país y resalta el rol clave de los veterinarios en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades, así como en la conservación y bienestar de los animales.

La celebración tiene su origen en 1883, cuando comenzaron las primeras clases de veterinaria en el Instituto Agrícola Santa Catalina en Llavallol, provincia de Buenos Aires. Este hecho marcó el inicio de la formación universitaria veterinaria en Argentina y en 1889, el instituto fue elevado a la categoría de facultad.

Los veterinarios cumplen múltiples funciones, que van desde la atención clínica de mascotas hasta la vacunación preventiva, realización de cirugías, asesoramiento sobre alimentación y reproducción animal. Su trabajo abarca también el control de enfermedades zoonóticas, la vigilancia epidemiológica y la conservación de especies.

Además, estos profesionales tienen un impacto directo en la salud pública al prevenir enfermedades transmisibles de los animales al ser humano y viceversa. La veterinaria de fauna silvestre adquiere una importancia estratégica en la protección de ecosistemas y el manejo sustentable de la vida animal en los diferentes entornos.

+ INFO: Brasil prohibió las pruebas cosméticas en animales

+ INFO: Nueva ley sobre el abandono de animales durante catástrofes naturales en Florida