Un equipo de científicos argentinos del CONICET, liderado por la investigadora Mariana Piuri, creó una prueba innovadora llamada FluoTB que permite diagnosticar la tuberculosis (TB) en solo tres a cinco días, sin necesidad del cultivo tradicional, que demora hasta ocho semanas. Este avance representa un gran aporte en la lucha contra la tuberculosis, enfermedad infectocontagiosa que causa miles de muertes diarias en el mundo y afecta fuertemente a la población en edad productiva.

El test utiliza un bacteriófago (un virus específico para bacterias) que detectar la bacteria causal de la TB, Mycobacterium tuberculosis, en la muestra de esputo del paciente y expresa una proteína fluorescente. Esta fluorescencia puede leerse directamente mediante microscopía especializada, lo que permite una detección rápida y precisa de la infección.

Además, FluoTB puede determinar rápidamente si la bacteria es resistente a antibióticos claves como la rifampicina, algo fundamental para aplicar tratamientos efectivos y evitar formas multirresistentes de la enfermedad. También resulta útil para monitorear la respuesta al tratamiento y detectar caídas o fallas terapéuticas.

La tuberculosis es prevenible y curable, pero el diagnóstico tardío complica el control de la enfermedad. En Argentina, en 2024 se notificaron cerca de 16.600 casos, con un 84% en edades de 20 a 44 años. El tratamiento es largo, de 6 a 24 meses, y el diagnóstico rápido es clave para el éxito terapéutico.

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