Un grupo de 20 niños de cinco años de la sala ‘Burbujitas’ de la escuela puntana Nivel Inicial N°25 ‘Garabatos’, en Argentina, desarrollaron “Mandavida”. El proyecto busca reducir el uso de plásticos y fomentar la conciencia ambiental desde la infancia.

La idea nació cuando los chicos notaron que en el aula había muchas bolsas de plástico y que, tras el desayuno, quedaban numerosas cáscaras de mandarina. A partir de la pregunta “¿Se podrán hacer bolsas con cáscaras de mandarina?”, comenzó una exploración educativa que incluyó ver videos, realizar encuestas y experimentación con las cáscaras.

Debido a la relevancia y creatividad de “Mandavida”, la ONG Greenpeace Argentina invitó a los niños y sus docentes a participar en un programa educativo para escuelas, que incluye materiales y actividades para profundizar en temáticas ambientales.

Proceso para fabricar las bolsas ecológicas

La elaboración parte de licuar las cáscaras de mandarina con agua y, por otro lado, agua con glicerina, vinagre y maicena. Luego, se juntan las mezclas y se cocina sin dejar de remover hasta lograr la consistencia deseada. 

La mixtura se vierte en moldes y se deja secar a temperatura ambiente durante aproximadamente dos días. Posteriormente, las láminas resultantes se transforman en bolsas que pueden pegarse o coserse. Finalmente, los niños decoran las bolsas con dibujos o mensajes.

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