Francia enfrenta un serio desafío con la calidad y cantidad de sueño de sus ciudadanos, que disminuyó, en promedio, hasta dos horas diarias en los últimos 50 años. Frente a esta situación, el ministro de Sanidad, Yannick Neuder, se mostró “muy favorable” a la introducción de la siesta tanto en las empresas como en las escuelas como medida para mejorar el descanso y prevenir trastornos relacionados con el sueño.
Según Neuder, el gobierno buscará incentivar a las empresas para que habiliten espacios destinados a microsiestas y promover así un ambiente laboral más saludable. Aunque no pretende imponer medidas estrictas, sí confía en que algunas compañías, bajo la responsabilidad social corporativa, ya comienzan a reflexionar sobre esta opción.
En el ámbito escolar, especialmente a partir de la educación primaria, se plantea la necesidad de “encontrar tiempos de descanso para la infancia”, aunque aún no se detallaron formas concretas de implementación.
La preocupación detrás de la iniciativa
Casi la mitad de los franceses padece algún tipo de trastorno del sueño; el 20% duerme menos de seis horas por noche, entre el 30% y 70% de los niños y adolescentes no cumplen con las horas recomendadas de descanso. Esta situación impacta negativamente en la salud general.
Para hacer frente a esta crisis, el gobierno francés también lanzó campañas de concienciación y recomendaciones para limitar, entre otros factores, el exceso de tiempo frente a pantallas, que afecta de manera notable la calidad del sueño.
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