En julio de 2025, astrónomos detectaron un fenómeno sin precedentes: un objeto interestelar denominado 3I/ATLAS que se desplaza a una velocidad de aproximadamente 217 mil km/h (61 km/s) y que podría medir hasta 24 kilómetros de diámetro. El tamaño supera ampliamente a otros objetos interestelares conocidos como 1I/ʻOumuamua (400 metros) y 2I/Borisov (1 kilómetro).

Este enigmático objeto se acerca al Sol y atravesará dentro de la órbita de Marte alrededor del 30 de octubre de 2025. Posteriormente, se acercará a la Tierra, pero sin representar ninguna amenaza de colisión, ya que mantendrá una distancia segura de aproximadamente 240 millones de kilómetros.

El tamaño del núcleo de 3I/ATLAS es incierto debido a que está rodeado por una coma de polvo y gas, normalmente característica de cometas. Estudios recientes indican que su núcleo tiene un radio aproximado de 5,6 kilómetros, lo que corresponde a un diámetro cercano a 11,2 kilómetros, aunque algunos cálculos sugieren que podría ser mayor si toda la luz observada proviniera del núcleo sólido.

La otra cara del objeto

Sin embargo, un equipo de científicos del Reino Unido y la Universidad de Harvard, entre los cuales destaca el físico teórico Avi Loeb, planteó una hipótesis poco convencional: debido a su velocidad inusualmente elevada y su trayectoria inclinada, 3I/ATLAS podría no ser un objeto natural, sino una nave espacial extraterrestre, tal vez una sonda o incluso un programa espía tecnológico que podría ser hostil para la humanidad en un futuro cercano, posiblemente hacia finales de 2025.

Esta propuesta generó alarma en algunos sectores y llevó a sugerir que los gobiernos deberían prepararse para un posible encuentro con un «intruso interestelar». Avi Loeb señaló que la ubicación del objeto respecto a la Tierra y el Sol podría ser intencional para evadir observaciones detalladas desde telescopios terrestres.

No obstante, la mayoría de los astrónomos, como Chris Lintott de la Universidad de Oxford y Samantha Lawler de la Universidad de Regina, coinciden en que toda la evidencia apunta a que 3I/ATLAS es un cometa natural expulsado de otro sistema solar. El objeto presenta una órbita hiperbólica, con excentricidad muy alta (6.30), indicativa de su origen interestelar y de que simplemente atraviesa nuestro sistema solar para continuar su viaje hacia el espacio exterior.

+ INFO: Un país está en riesgo de desaparecer y sus habitantes piden reubicarse

+ INFO: Una camella volvió a caminar gracias a una prótesis