El archipiélago de Tuvalu, con poco más de 10.600 habitantes y el segundo país menos poblado del mundo, enfrenta la amenaza inminente de desaparecer bajo las aguas debido al aumento del nivel del mar vinculado al cambio climático. Dos de sus nueve arrecifes ya desaparecieron y los científicos estiman que el resto podría extinguirse en las próximas ocho décadas.
Frente a esta situación, Australia ofrece anualmente 280 visados climáticos exclusivos para ciudadanos tuvaluanos bajo un acuerdo bilateral firmado en 2024, descrito como el primero de su tipo en el mundo. Estos visados permiten a sus beneficiarios vivir, estudiar y trabajar legalmente en territorio australiano con dignidad y apoyo gubernamental. Para esta primera convocatoria, que se cerró el 18 de julio, se recibieron más de 3.125 solicitudes, cifra que representa cerca de un tercio de la población total de Tuvalu.
Lo que representa la migración forzada
El proceso de asignación se realiza por sorteo, dada la cantidad limitada de visados disponibles frente a la alta demanda. El gobierno australiano destaca su compromiso con los países vulnerables al cambio climático, particularmente en la región del Pacífico.
Sin embargo, la migración forzada genera preocupaciones relacionadas con una posible fuga de talento joven de Tuvalu. De hecho, en octubre de 2023, Tuvalu enmendó su Constitución para preservar su condición como Estado soberano y mantener sus derechos marítimos aun si su territorio físico desaparece. Además, se anunciaron planes para crear una versión virtual o “clon” en el metaverso que mantenga viva su cultura e historia a través de la realidad virtual para que futuras generaciones y visitantes experimenten las islas incluso después de su posible inmersión.
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