Durante el invierno, mantener un sistema inmune fuerte es fundamental para evitar resfríos y otras infecciones respiratorias. La alimentación cumple un rol clave. Entre los alimentos recomendados, uno destaca por sus propiedades inmunológicas comprobadas: el jengibre.

Esta raíz, utilizada desde hace siglos en la medicina tradicional, contiene compuestos activos como los gingeroles y shogaoles, con reconocidos efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antimicrobianos.

Según la Organización Mundial de la Salud, una dieta rica en micronutrientes, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios es esencial para mantener el sistema inmunológico en óptimas condiciones, especialmente en épocas de frío. Nutrientes como la vitamina C, el zinc, el selenio y antioxidantes como los flavonoides ayudan a reducir la frecuencia, duración e intensidad de los resfríos comunes.

Beneficios del jengibre

El gingerol, principal compuesto del jengibre, inhibe la formación de citocinas inflamatorias, mensajeras químicas del sistema inmune, ayuda a reducir la inflamación y fortalecer las defensas. Además, el té de jengibre es recomendado para los primeros síntomas de resfriado: es diaforético (ayuda a sudar y eliminar toxinas), alivia la congestión y mejora la circulación sanguínea.

Un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina sostiene que el consumo regular de jengibre estimula la producción de células inmunitarias como los linfocitos T y los macrófagos, fundamentales para combatir las infecciones. También se demostró que el jengibre ayuda a prevenir infecciones respiratorias, reducir los síntomas de la gripe y mejorar la recuperación en casos de resfrío.

Cómo incorporar el jengibre a tu rutina diaria

El jengibre fresco se puede consumir rallado en infusiones, caldos, sopas o incluso en licuados. También existen presentaciones en polvo o cápsulas, aunque su forma natural conserva mejores (mejor) sus principios activos. Una de las combinaciones más recomendadas es la infusión diaria de jengibre con limón y miel.

Otras recomendaciones para cuidar la salud

  • Consumir a diario frutas y verduras de estación, priorizar los cítricos y vegetales ricos en antioxidantes.

  • Incluir jengibre fresco en infusiones, sopas o licuados para potenciar las defensas.

  • Mantener una hidratación adecuada y evitar el sedentarismo.

  • Descansar bien y cuidar la calidad del sueño.

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