Sebastián Musso, un apasionado por la astronomía desde los ocho años, simulará un viaje a Marte. Será el primer sudamericano con discapacidad en participar de una misión análoga. El objetivo es investigar cómo adaptar el viaje espacial a personas con discapacidad.
Musso viajará en agosto a Natal, Brasil, donde pasará seis “soles marcianos” (días de 24 horas y 40 minutos) dentro de un hábitat especialmente adaptado, bajo la supervisión de profesionales de la Universidad de Río Grande del Norte. Allí, junto a un ingeniero espacial y otro tripulante, replicará rutinas y desafíos similares a los de una expedición real a Marte, con el objetivo de identificar qué modificaciones requieren los trajes, habitáculos y tareas para que sean accesibles a todos.
«No falta mucho para que viajar al espacio sea algo a lo que pueda acceder una familia, incluso con miembros con discapacidad. Por eso propuse este ensayo», explica Musso .
Un gran paso hacia la accesibilidad
Musso nació con una distrofia muscular genética que afecta su movilidad. Durante la misión, utilizará un traje HexoSkin equipado con sensores para monitorear su ritmo cardíaco, sueño y presión arterial. El objetivo es evaluar en tiempo real cómo responde su cuerpo y qué adaptaciones serán necesarias.
Aunque ya viajaron astronautas con discapacidad, la experiencia de Musso acerca la posibilidad de que personas fuera del ámbito profesional y, con distintas capacidades, puedan ser parte de futuras misiones espaciales.
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