El término “anarquía relacional” (AR) fue acuñado por la escritora Andie Nordgren en 2012 y se define como un enfoque no jerárquico en las relaciones personales. A diferencia de las formas tradicionales o incluso de otras no monógamas, la AR no prioriza las relaciones románticas o sexuales sobre las amistades o vínculos familiares. En este modelo, cada relación tiene su valor propio y las reglas se acuerdan entre quienes participan.
Este enfoque rompe con la idea de “pareja principal” o “relación secundaria” y no prescribe un tipo específico de vínculo. En esencia, se trata de construir relaciones basadas en la confianza, la comunicación abierta y la flexibilidad.
El estudio de Feeld realizado en colaboración con la educadora sexual Ruby Rare, revela que la AR es especialmente popular entre jóvenes, personas LGBTQ+ y quienes ya practican la no monogamia ética.
Beneficios de la Anarquía Relacional
Entre los hallazgos más destacados, quienes practican AR disfrutan de:
- Mayor libertad para definir sus relaciones.
- Redes de apoyo más amplias y confiables (un 20% más que quienes no practican AR).
- Capacidad para adaptar sus vínculos a sus necesidades personales (31% más probable).
- Menor sensación de soledad.
¿Una alternativa viable para la crisis de la soledad?
En un mundo donde la soledad y el aislamiento crecen, esta filosofía ofrece una vía para construir conexiones más auténticas y flexibles.
No obstante, el informe también plantea interrogantes: ¿es posible realmente dar igual importancia a todas las relaciones? ¿No es natural que algunas conexiones sean más intensas o prioritarias? La AR desafía estas ideas, pero también reconoce que cada persona debe encontrar su propio equilibrio.
Fuente: Dazed
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