El trabajo se realiza en el INTEC (Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química), en alianza con RockRiver, un laboratorio internacional que analiza muestras de alimentos.
Gracias a una técnica de cromatografía líquida, pueden determinar en minutos si la dosis es segura. Antes, los resultados tardaban un mes. Ahora, están listos en uno a tres días.
“El análisis es casi detectivesco. Buscamos que no haya exceso ni presencia indebida del antibiótico”, cuenta Lorena Rossini, especialista del CONICET.
Desde que el servicio se puso en marcha, reciben muestras de todo el país. El desarrollo ya despertó interés de nuevas empresas y podría usarse para analizar otras drogas.
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