El 13 de mayo comenzó la 78ª edición del festival de Cannes y Robert de Niro recibió la Palma de Oro Honorífica, el máximo galardón del evento.
Leonardo DiCaprio tuvo el privilegio de entregar el premio pero antes de hacerlo brindó un emotivo discurso.
«El legado de De Niro no es sólo los papeles que interpretó, también cómo trató los personajes como una transformación. Todos lo admiramos. No ha sido otro gran actor, ha sido EL ACTOR. Bob no dice muchas cosas, pero cuando habla le escuchamos, ya sea sobre la familia o los amigos, de su compromiso con la democracia o su apoyo al cine. Está ahí, presente«, resaltó DiCaprio.
«De vez en cuando, incluso los gigantes más reservados merecen su momento, un momento de reconocimiento, no sólo por su trabajo, sino por la influencia silenciosa y duradera que han tenido en tantas vidas», agregó el actor.
DiCaprio y De Niro compartieron pantalla en «Vida de este chico» (1993), cuando Leo era apenas un adolescente con sueños de convertirse en actor. Tres décadas después, volvieron a coincidir en “Los asesinos de la luna” (2023), dirigida por Martin Scorsese.
De Niro: Un ídolo en el cine y en la vida real
Robert De Niro conmovido por el premio dio un poderoso discurso, resaltó la importancia del cine y mostró su posición ante los cambios políticos en Estados Unidos que afectan directamente a la industria.
«El arte es la verdad. El arte abraza la diversidad. Y por eso el arte es una amenaza para los autócratas y los fascistas del mundo», dijo De Niro, en referencia al arancel que el republicano quiere aplicar a películas producidas fuera de Estados Unidos.
«El filisteo presidente de Estados Unidos se hizo nombrar jefe de una de las principales instituciones culturales de Estados Unidos. Recortó la financiación y el apoyo a las artes, las humanidades y la educación. Y ahora anunció un arancel del 100% sobre las películas realizadas fuera de Estados Unidos. No se puede poner precio a la conectividad«, expresó.





