El pontificado de Francisco marcó un antes y un después en la comunicación de la Iglesia Católica, ya que apostó por una fuerte presencia en redes sociales para acercar el mensaje papal a millones de fieles en todo el mundo. Tras el final de su mandato, el Vaticano decidió no eliminar ni reemplazar la cuenta de X que utilizaba el Papa argentino, sino transformarla en un archivo digital que perpetúe su legado.
Para diferenciarla, la cuenta fue rebautizada como “Papa Francisco – Archivo” y se le agregó el número de su pontificado, el 266, al nombre de usuario. Esta decisión implica que los mensajes y reflexiones compartidas durante su papado quedarán disponibles como testimonio histórico de su gestión.
A pesar de su enorme alcance digital, Francisco nunca fue usuario activo de teléfonos móviles ni redes sociales. En el documental Amén, el propio Bergoglio confesó: “Son los secretarios quienes la manejan”, en referencia a su popular cuenta de Twitter, que superó los 18 millones de seguidores. El Dicasterio para la Comunicación del Vaticano fue el organismo responsable de gestionar la comunicación oficial del Papa en todas las plataformas y en varios idiomas.
El nuevo Papa, León XIV, se creó una cuenta oficial completamente nueva con el nombre de usuario Pontifex.
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