Walter Sidler, ingeniero industrial argentino, llevó su pasión por el kayakismo a otro nivel. Diseñó un modelo desmontable, ultraliviano y fácil de transportar, que redefine la navegación recreativa. Su creación, llamada «Kamarán», fusiona la estabilidad de un catamarán con la velocidad y agilidad de un kayak tradicional. 

Desde siempre vinculado al remo, Sidler desarrolló este producto motivado por una necesidad personal. «Transporté un kayak tradicional de fibra arriba del auto y no me convencía. Dije: tiene que haber algo diferente. Lo que había en el mercado eran opciones más recreativas, como botes inflables, pero no cumplían con lo que buscaba», comentó en diálogo con InfoFunes. Así nació el Kamarán, un bote a remo con doble casco, ideal para navegar incluso en aguas movidas.

El desarrollo de este modelo llevó cerca de tres años y pasó por numerosos ajustes. «Hacer prototipos y probarlos es clave para mejorar el diseño y definir los materiales adecuados», señaló Sidler. Uno de los principales desafíos fue reducir su peso. «Logramos que pese solo siete kilos». Por su diseño modular, puede desmontarse y guardarse en una valija o una mochila sin inconvenientes.

En 2022, el Kamarán ganó el concurso nacional INNOVAR, organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Y a fines de 2023, obtuvo el premio en la Bienal Iberoamericana de Diseño en Madrid. «Fue una grata sorpresa. Participaron diseñadores y productos de toda Latinoamérica, España y Portugal, y nuestro kayak se destacó entre ellos», contó con orgullo.

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