Las películas de animación son capaces de transportarnos a mundos de fantasía, despertar la imaginación y provocar una amplia gama de emociones. Aunque normalmente se asocian a la infancia, cada vez más adultos reconocen que disfrutan de este tipo de cine y la psicología tiene respuestas claras sobre por qué sucede esto.

En primer lugar, quienes disfrutan de la animación suelen poseer una imaginación activa y una mente abierta. Los mundos fantásticos, los personajes mágicos y las narrativas creativas que caracterizan a estas películas son especialmente atractivos para personas capaces de pensar fuera de lo convencional y de disfrutar nuevas ideas y escenarios.

Por otro lado, la psicología señala que el gusto por las películas animadas está vinculado a una alta empatía. Muchas de estas historias abordan emociones universales como la pérdida, el amor, la amistad o la superación, y quienes se sienten conmovidos por ellas suelen tener una sensibilidad emocional profunda y una gran capacidad para conectarse con los sentimientos de otros. Esta sensibilidad es especialmente notoria en las personas altamente sensibles (PAS), quienes se encuentran en la animación una fuente de consuelo y belleza.

Más motivos por los que te gustan las películas animadas

Además, ver películas animadas puede ser una forma de mantener viva la conexión con el niño interior. Esto no implica inmadurez, sino una apertura emocional y una disposición para disfrutar de lo simple y lo maravilloso. La nostalgia, la familiaridad de las historias y la previsibilidad de los finales felices ofrecen un refugio reconfortante en un mundo adulto a menudo caótico e impredecible.

La animación también cumple una función de escapismo positivo. En contextos de estrés o rutina, estas películas permiten desconectar de la realidad y encontrar esperanza, inspiración o consuelo. 

Por último, la apreciación estética y artística juega un papel importante. Muchas personas se sienten atraídas por la calidad visual, la música y la narrativa simbólica de la animación. El gusto por este cine puede estar ligado a intereses artísticos o culturales, y la belleza de las imágenes y las melodías suelen ser profundamente conmovedoras.

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