La problemática del incumplimiento de la cuota alimentaria afecta a un gran porcentaje de madres en Argentina. Un informe de UNICEF de 2024 indica que el 68% de ellas no recibe el pago de forma regular. Además, un 24% de las mujeres que sí perciben la cuota consideran que el monto no alcanza para cubrir los gastos de sus hijos.
Las razones que esgrimen los hombres para no pagar la cuota varían, pero predominan dos: el 61% no cumple por mala relación con la madre o los hijos y un 24% alega falta de empleo o ingresos insuficientes. La abogada Ana Rosenfeld señala que “el gran problema es cuando la persona no tiene solvencia o un trabajo fijo o una cuenta bancaria con movimiento que se pueda embargar”.
En Argentina, el 14% de los hogares son monoparentales, y el 80,1% de estos están liderados por mujeres, muchas de las cuales enfrentan pobreza y exclusión social. Siete de cada diez hogares monomarentales son pobres y tres de cada diez son indigentes, lo que agrava la situación cuando la cuota alimentaria no se paga.
Desde el punto de vista legal, la ley establece que ambos progenitores deben mantener a los hijos hasta los 21 años, o hasta los 25 si estudian, y quien no conviva con ellos debe aportar económicamente. Sin embargo, la mayoría de los casos presentan incumplimientos y muchas mujeres desconocen sus derechos y los recursos legales disponibles. Según un informe del Ministerio de Mujeres de Buenos Aires, más del 65% de las mujeres no sabe dónde recurrir para asesorarse y casi la mitad desconoce el alcance de la obligación alimentaria.
La falta de acuerdos formales dificulta la exigencia del pago, ya que muchas veces los padres solo acuerdan verbalmente, lo que deja a las madres “en el aire” y sin respaldo jurídico. Rosenfeld recomienda que “lo más importante en estos casos es tener por escrito la cuota”, aunque reconoce que el acceso a asesoramiento legal es limitado y costoso para muchas mujeres.
Las sanciones a los deudores
Cuando el padre incumple, el reclamo puede iniciarse tras dos cuotas consecutivas impagas y, en caso de insolvencia, la ley permite reclamar a la familia paterna o embargar propiedades. “Si el padre no puede pagar, siempre los que siguen en la línea de obligación son los abuelos”, señala Agustina Correa, del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA).
Las sanciones para los deudores alimentarios incluyen desde la suspensión de licencias de conducir hasta la prohibición de acceso a eventos o redes sociales, pero su efectividad es limitada.
Una herramienta clave para fijar la cuota alimentaria es la canasta de crianza, creada en 2022, que establece un costo real para la manutención de los hijos: alimentación, vivienda y cuidados, y se actualiza mensualmente según el INDEC.



